Info on Maquilas

Enésima protesta de ex empleados de TRW en Reynosa

16 marzo 2010
Hoy Tamaulipas

Caption pic: Ex empleados de la empresa TRW continúan manifestando contra las autoridades laborales por la corrupción que existe ya que sólo benefician a las empresas. Fotografía Víctor González Treviño


Ahora se solidarizan con la lucha del sindicato de electricistas a nivel nacional

Por: Víctor González Treviño/Reynosa

La Nota se ha visto 517 Veces 16/03/2010 | Actualizada a las 13:18h

Reynosa, Tamaulipas.-Ex empleados de la empresa TRW continúan manifestando contra las autoridades laborales por la corrupción que existe ya que sólo benefician a las empresas y no a la clase trabajadora.

Los quejosos también lanzaron consignas contra el gobierno federal “ellos los políticos corruptos porque permitieron el despido de 8 mil trabajadores”, en referencia a los empleados de Sindicato Mexicano de Electricistas.

La manifestación se desarrolló en la plaza principal Miguel Hidalgo frente a la presidencia municipal a las 11:00 de la mañana, alrededor de 11 ex trabajadores se presentaron con pancartas en mano.

“Estamos aquí para que las autoridades municipales, se entrene que seguimos en pie de lucha”, dijo Antonio Vázquez, vocero de los inconformes.

Así mismo, el entrevistado, destacó que se unen a la lucha de los ex trabajadores electricistas que también son víctimas de los políticos corruptos.

Los ex empleados de TRW llevan cerca de un año con su lucha exigiendo la indemnización de alrededor de 600 trabajadores que fueron despedidos por no aceptar su reubicación a otra planta, “lamentablemente por la necesidad de algunos compañeros y para no meterse en problemas aceptaron limosnas de la empresa”, concluyó el vocero de los manifestantes”.

Tijuana: Crecen cinturones de miseria

29 de diciembre de 2010

Los peligros para la migración
El crimen organizado arrebató el gran negocio a los polleros
Al no poder cruzar a EU, migrantes crearon cinturones de miseria en Tijuana

Periódico La Jornada
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 2

Tijuana BC, 28 de diciembre. La válvula de escape de la frágil y dependiente economía del país ya no funciona. La migración de cientos de miles de mexicanos a Estados Unidos se enfrenta al riesgo de muerte, violencia, racismo y segregación, mientras las autoridades pretenden atenderla con programas mediocres.

En el norte de la República la frontera fue definitivamente sellada, y el crimen organizado se apoderó de los intrincados métodos de cruce de los indocumentados, quienes pagan a delincuentes para trasponer la línea.

Para los migrantes de México, Centro y Sudamérica son escasas las oportunidades de pasar a suelo estadunidense. Las opciones de cruce que ofrece la mafia se localizan en Otay, la sierra de Tecate, la Rumorosa o el desierto que se extiende entre Mexicali y Arizona. En todas va de por medio la integridad física o la vida.

En Tijuana aún es posible engancharse con grupos de delincuentes que ofrecen el paso por los túneles –por los que también cruzan cargamentos de mariguana y cocaína– que comunican la zona del río en suelo mexicano con el condado de San Ysidro. El costo que deben pagar los indocumentados por el uso de esos pasajes clandestinos oscila entre 6 y 7 mil dólares por persona.

Al sur, en las playas de Rosarito, se encuentra una tercera opción. Se organizan embarques nocturnos de indocumentados en lanchas rápidas, que penetran mar abierto hasta llegar a Imperial Beach, y de ahí los delincuentes coludidos con ciudadanos estadunidenses internan a sus “clientes” a zonas como Reno, Nevada, o Los Ángeles y San Francisco, California. Las tarifas por ese servicio cuestan entre 6 y 8 mil dólares por persona.

Si bien siguen llegando migrantes a Tijuana, esta ciudad dejó de ser el cruce principal para la migración masiva de mexicanos hacia Estados Unidos.

El cerco se ha reforzado con un sofisticando sistema de detección e intercepción. Hoy es casi imposible el cruce sobre el muro entre el trayecto de Tijuana a Otay. Se observan en ese tramo hasta tres muros, vigilados con helicópteros, patrullas fronterizas, vehículos todoterreno, cámaras con luz infrarroja y perros.

Esta barrera generó otro grave problema en la región de Tijuana. Al ver truncada su intención de cruzar, los indocumentados se quedan a vivir en la periferia de la ciudad. Esas áreas suburbanas se han convertido en un monumento a la precariedad: es una periferia donde habitan personas con escasas oportunidades de trabajar y mucho menos de cruzar la línea. No hay márgenes para salir adelante.

Persiste una tipificación determinada por la pobreza en Tijuana. El número de personas en condiciones de miseria es cada vez mayor. Es un fenómeno latente que madura cada día. Tan sólo entre 2008 y 2009 se llegó a una tasa de 9 por ciento de desempleo, el más elevado de las ciudades fronterizas.

El cinturón de miseria cada día crece en promedio 2.25 hectáreas (22 mil 500 metros cuadrados). Entre las colonias más representativas del poblamiento de indocumentados mexicanos y centroamericanos destacan Valle Verde, la tercera sección de la Obrera, Lomas Taurinas, La Esperanza, 10 de Mayo, El Niño (nombrada así por el fenómeno del niño que azota cada diciembre la región), La Morita, Niño Artillero y Maclovio Rojas.
Niños, carne de cañón

“Antes los migrantes recurrían al pollero: los familiares buscaban un traficamte de personas y el cruce se hacía mediante rutas establecidas, pero eso ya se ha modificado, porque los grupos del crimen organizado han penetrado esta actividad.

“Ya no son los polleros tradicionales, sino grupos delincuenciales los que cobran y buscan otro paso por la frontera, y esto ha dado lugar a mayores peligros para los indocumentados. Se ha incrementado el número de muertes, porque la gente busca cruzar por las montañas de Tecate y de la Rumorosa; se remontan y entran a zonas áridas y difíciles, y mueren en el intento de cruzar; eso es constante”, refiere el académico Benedicto Ruiz.

Precisamente Tijuana resume una situación de descomposición donde se observa a cualquier hora del día a cientos de niños y jóvenes vagando en las colonias aledañas al río que cruza la ciudad. Los grupos con poder político y económico se niegan a reconocer su existencia. Ni los medios de comunicación local hacen referencia a ellos.

En su mayoría son niños expulsados de Estados Unidos y aquellos que llegan a la terminal de autobuses en busca de sus padres en Estados Unidos. Al enfrentarse con una línea fronteriza sellada, sin referentes familiares en Tijuana y la inexistencia de apoyo gubernamental, optan por quedarse a vivir en el lecho del río.

Son cientos que cada mañana deambulan por la ciudad pidiendo limosna, comida o agua. Otros hacen del asalto su forma de vida para obtener recursos con qué pagar el ice, crystal, las metanfetaminas, las grapas de cocaína o la mariguana que les distribuyen en los cuartuchos de los hoteles de mala muerte que lindan con la garita de San Ysidro.

“A tal fenómeno se le ha dado por llamar el síndrome del migrante, pues no logró cruzar y empieza a vagar en las calles y a perderse mentalmente”, refiere el profesor Ruiz.

A esa degradación se suman otras actividades ilegales en las que han extendido su control las mafias del narco. Además del tráfico de personas, se considera como un mercado floreciente el de órganos, la pornografía infantil y la prostitución de niños.

Campamentos de migrantes

Los grupos delictivos se han dado a la tarea de reclutar a los latinos que purgaron penas de cárcel en Estados Unidos y fueron expulsados de aquel país. Su tarea consiste en contactar indocumentados, resguardarlos en casas de seguridad ubicadas en Tijuana y Tecate para trasladarlos a campamentos precariamente edificados en la sierra de la Rumorosa y en el valle de Mexicali.

El paso por esa zona es el más riesgoso. Cientos de personas han muerto a causa del frío por las noches, las altas temperaturas de día y el abandono del que fueron objeto por parte de los traficantes. La nueva modalidad de instalar campamentos de paso reditúa enormes ganancias a los delincuentes, quienes cobran por persona de 2 a 3 mil dólares por el “servicio”.

Un fracaso, los planes del gobierno para incentivar el empleo, alerta el Cereal

27 diciembre 2010

Cada mes cierran 900 empresas y los derechos laborales son fácilmente violados, agrega

Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Lunes 27 de diciembre de 2010, p. 9

Los programas para incentivar el empleo creados por el gobierno de Felipe Calderón “han resultado un fracaso”, señaló el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) en un informe, y apuntó que este año el desempleo ha alcanzado un crecimiento exponencial. La economía informal se ha incrementado, los derechos de los trabajadores se han visto violentados y crece la frustración de múltiples sectores de la población por no poder conseguir un empleo.

Para esta organización, los más de 3.5 millones de desempleados que hay en el país representan el peor balance que se tiene desde que inició el actual régimen, además de que ha ocurrido un promedio de 900 cierres mensuales de empresas y una constante caída real del poder de compra.

Indicó que casi 65 por ciento del total de la población económicamente activa no tiene acceso a la seguridad social, hay falta de respeto a las huelgas y ha habido una andanada contra los más elementales derechos de laborales.

Los programas de asistencia y creación de empleo del país han resultado un fracaso, los esquemas para promocionar la creación de trabajo sólo han sido parciales, los planes para ubicar en un trabajo a los solicitantes únicamente han logrado dar empleo a una tercera parte de quienes los demandan, mientras el Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo se quedó corto, pues no propició la generación de trabajos, según planteó este centro.

Subió 333% el desempleo en 10 años de gobiernos del PAN, señala el Inegi

26 Dic 2010

La década de administraciones de Fox y Calderón cierra con 2.6 millones de desocupados: ENOE
Otros 5.4 millones ya desistieron de buscar trabajo porque creen que “no tienen oportunidad de hallar”

Susana González G.
Periódico La Jornada
Domingo 26 de diciembre de 2010, p. 19

La primera década del siglo XXI, en la que el PAN ha gobernado el país, concluye con un saldo de 2.6 millones de mexicanos en el desempleo y un alza de 333 por ciento en el nivel de desocupación desde que Vicente Fox empezó su gestión, con 612 mil personas sin trabajo.

A quienes en este momento no tienen trabajo se agregan otros 5.4 millones que de plano “desistieron” de buscar porque consideran que no tienen posibilidades de encontrar, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Si bien ambos grupos están conformados por mexicanos sin ocupación, y en conjunto suman 8 millones (10 por ciento de la población mayor de 14 años o 19 por ciento de la empleada), para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), responsable de la ENOE, se trata de casos diferentes.

De cualquier manera, si sólo se toma en cuenta la población que las autoridades consideran como desempleada, ésta se cuadriplicó en los 10 años de gobierno del PAN, y sólo en el último cuatrienio, correspondiente a la administración Felipe Calderón Hinojosa, se disparó 65 por ciento (un millón 50 mil más), ya que cuando asumió el poder la población desocupada era de 1.6 millones.

A ese saldo se suman otros 5.4 millones que carecen de trabajo, pero a quienes las autoridades no consideran “desempleados” porque ya dejaron de buscarlo y, por tanto, no presionan el mercado laboral, así que las incluye entre la población “no económicamente activa”.

Se trata de un grupo sin empleo que aumentó 10.5 por ciento desde que arrancó el gobierno actual, lo que implica que 522 mil personas más cayeron en tal situación entre diciembre de 2006 y el tercer trimestre de este año, según las estadísticas más recientes de la ENOE.
Al inicio del sexenio de Calderón sumaban 4 millones 933 mil personas “disponibles para trabajar que se han desistido de buscar ocupación o que no buscan por considerar que no tienen posibilidades”, pero el pasado trimestre llegaron a 5 millones 455.2 mil, y falta sumar las que se acumulen durante el último trecho de 2010.

Cayeron 30 por ciento empleos con más de cinco minisalarios

La encuesta muestra que aunque también aumentó en 1.6 millones la población ocupada –como consecuencia de que la población total del país llegó este año a 108.5 millones, es decir, 3.3 millones más que en 2006–, en la mayoría de los empleos generados se pagan menos de tres salarios mínimos.

El grupo de trabajadores mejor pagados, aquellos que perciben más de cinco salarios mínimos, se redujo 30 por ciento en lo que va del sexenio, al pasar de 5.1 a 3.9 millones. Cifras que también implican que perdieron presencia en la población ocupada, ya que hace cuatro años estos trabajadores bien pagados representaban 12 por ciento del total, pero en 2010 apenas llegaron a 8.8 por ciento.

En cambio, los trabajadores que ganan menos de dos salarios mínimos representan la tercera parte del total de la población ocupada, pues en cuatro años su número creció 10 por ciento, al pasar de 14.3 millones en 2006 a 15.7 millones en 2010, un aumento de 1.4 millones.

En ese lapso casi no hubo variación entre los empleados que tienen acceso a las instituciones de salud, pero los que carecen de tal prestación subieron de 26.8 a 28.4 millones, un alza de 6 por ciento, en tanto que la población subocupada subió de 3 millones en 2006 a 3.7 millones en este año, según la ENOE.

Outsorcing: Uno de cada siete trabajadores, en las llamadas outsourcing

23 diciembre 2010

Se duplicó la subcontratación en 5 años; abre un boquete al fisco

Bancos, precursores de esa modalidad; relación patrón-trabajador al margen de la ley
Egresados son empleados como “becarios” a cambio de una retribución sin prestaciones sociales
Empresas evaden pago de cuotas al IMSS, Infonavit y de los impuestos sobre la renta y nómina

Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 24

Personas que al momento de ser contratadas deben firmar su carta de renuncia con la fecha en blanco. Jóvenes egresados de licenciatura que son empleados como “becarios” a cambio de una retribución sin prestaciones sociales. Es parte del mundo de la subcontratación laboral. Se trata de una práctica que se duplicó en apenas un lustro, una forma de relación patrón-trabajador al margen de la ley pero tolerada por la autoridad que, de paso, ha abierto un enorme boquete al fisco.

Uno de cada siete trabajadores en el país mantiene una relación laboral que puede inscribirse en el marco de la subcontratación laboral, según se desprende de información de los censos económicos 2009, elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con ese documento, de 20 millones 116 mil 834 personas ocupadas, 13.7 por ciento (uno de cada siete) formaban parte del “personal ocupado no dependiente de la razón social”.

La subcontratación, conocida también en el medio laboral con el anglicismo de outsourcing, consiste en la transferencia de una parte de las actividades de la empresa a otras compañías, por lo general relacionadas en cuanto a la propiedad del capital, para reducir los costos de nómina y las obligaciones de la seguridad social.

“Esta práctica de la subcontratación empezó en México en los años 70 (del siglo pasado) en los bancos”, recordó Marcos Fuentes, miembro en aquel tiempo de la dirigencia del sindicalismo democrático de la banca y actual integrante del Centro de Estudios del Sector Bancario. “En aquel tiempo los bancos crearon empresas fantasma para proveer servicios de limpieza o seguridad. De esa forma, los empleados que realizaban esas labores ya no tenían las prestaciones que correspondían a los trabajadores bancarios, que eran muy superiores a las mínimas establecidas por la ley”, dijo Fuentes. “Ese es el antecedente del outsourcing en México”, apuntó en declaraciones a este diario.

La práctica se extendió y creció de manera acelerada en los últimos años. Así lo expresa Mario di Costanzo Armenta, diputado por el Partido del Trabajo, quien planteó en octubre pasado una reforma legal para cerrar el paso a la evasión fiscal a través de la subcontratación laboral.

El Resumen de los resultados de los censos económicos 2009, elaborados por el Inegi menciona que “es cada vez más frecuente encontrar trabajadores que no dependen de la razón social para la cual laboran. Entre los datos censales de 2004 y 2009 esta modalidad de contratar personal vía otra razón social creció 95.2 por ciento”, cita Di Costanzo.

Para las empresas hay un gran atractivo económico en la subcontratación, además del incentivo que en la práctica existe por la tolerancia de las autoridades, según el legislador, integrante de la Comisión de Hacienda de la cámara baja.

La subcontratación se ha popularizado en el mundo como una forma de reducir costos (transformando algunos fijos en variables y mejorando el control sobre los variables) y centrar a las empresas en aquéllos de sus procesos en los que radica su competitividad y/o son los mayores generados de valor, apuntó.
“Desafortunadamente, en México muchas empresas emplean la subcontratación como máscara de verdaderas relaciones de trabajo, con el sólo afán, en el mejor de los casos, de evadir las cuotas que debieran enterar al Instituto Mexicano del Seguro Social o al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y el costo fiscal de su respectiva nómina (el impuesto sobre la renta que deberían retener a sus trabajadores)”, dijo.

Según el legislador desde hace más de 20 años se han venido reformando las leyes relevantes, como las del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y la del Seguro Social, a efecto de cerrar el paso a las empresas en sus pretensiones de recurrir a la subcontratación laboral para eludir al fisco y obligarlas junto con sus clientes a cubrir sus impuestos de acuerdo con la actividad que generan.

“La reacción de dichas empresas ha sido montar verdaderas fábricas de facturas que han derivado en una de las mayores defraudaciones fiscales de la historia de México sino es que del mundo”, aseguró.

Para estimar el daño que los esquemas de subcontratación laboral han podido provocar al erario, Di Costanzo estudió cifras de recaudación de los últimos cinco años y concluyó que entre 2005 y 2010 se ha evadido el pago de unos 250 mil millones de pesos por concepto de impuesto al valor agregado (IVA) y unos 550 mil millones de pesos por ISR y cuotas de seguridad social.

Para efectos comparativos, la recaudación del IVA entre enero y octubre pasados fue de 416 mil 857 millones de pesos y la de ISR, en el mismo periodo, sumó 521 mil 137 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.

Marcos Fuentes sostuvo que el auge de la subcontratación laboral ha ido de la mano de la debilidad de las organizacios sindicales.

“Una vez que se privatiza la banca, entre 1991-92, con la derrota del sindicalismo bancario y sobre todo con la internacionalización del sistema financiero, los extranjeros promueven fundamentalmente el desconocimiento de derechos laborales mediante la creación de empresas de outsourcing”, explicó. Aseguró que el mecanismo de subcontratación mina los derechos laborales y reduce las aportaciones a la seguridad social. “En el caso de la banca, que es aplicable a la generalidad, la subcontratación permite a las empresas evadir la antigüedad y todos los derechos laborales de los trabajadores, desaparecen las prestaciones más importantes como los préstamos hipotecarios, al consumo duradero o consumo o los servicios médicos privados”.

De acuerdo con sus cálculos, elaborados con base en información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, actualmente uno de cada tres de los 166 mil trabajadores de la banca (33 por ciento del total) está contratado bajo la modalidad de outsourcing.

“Es paradójico que el sector más moderno de la economía, que es el financiero, tenga tales condiciones laborales leoninas y atrasadas”, dijo Fuentes, quien asegura que bajo los esquemas de subcontratación los trabajadores bancarios deben trabajar jornadas de más de ocho horas sin derecho a pago de horas extra.